Nuestro país vive una etapa de agitación política
como pocos, donde todos están dispuestos a dejar fluir sus opiniones, sus ideas
y todo aquello que consideren necesario para hacerse escuchar. Es sano opinar
pero también lo es saber cuándo y que se debe decir para no caer en
imprudencias o en ofensas hacia otras personas, recordando que las demás personas
además de tener derecho a una opinión propia son Venezolanos al igual que tú y
yo.
No podemos esperar que sea otro el que dé el
primer paso hacia la tolerancia, es difícil pero hay que empezar por cada uno
de nosotros, sin importar el ideal político que tengas, no puede haber cabida a
descalificaciones e insultos, de una manera u otra el fin único de la política es
el bien del pueblo y el pueblo somos todos, de izquierda o de derecha, todos
tenemos documentos de identidad que nos identifican como Venezolanos pero además
compartimos muchas más cosas de las que nos separan.
Olvida un momento la facción política con la
que te identificas, piensa en esa rica arepa que sueles disfrutar, socialista o
de las mercedes…. En el fondo es la misma arepa deliciosa. Piensa en esas
hallacas que le dan ese sabor peculiar a nuestra navidad, ¿Hay hallacas de
izquierda o de derecha? No, solo las de tu mama y las de la mía. Ese lugar de la ciudad que sueles
disfrutar, te sorprendería con cuánta gente de visiones políticas diferentes a
la tuya lo compartes!
La diversidad es vital para una nación, la
diversidad de pensamiento genera riqueza de ideas, pero es de vital importancia
en esta época donde es tan sencillo hacer públicas esas ideas aprender no solo
a expresarlas lo cual es un derecho constitucional, si no aprender a respetar
las ideas de otros lo cual es un deber ciudadano.
No importa de dónde provengas, cual sea tu
estatus social o aquello que tengas o puedas adquirir, es un asunto de ciudadanía
y esto nada tiene que ver con lo anterior; un buen ciudadano no se mide por la ropa que lleva o el dinero que gasta o
deja de gastar, no se mide por el color que viste o el partido político que
sigue.
Ser un ciudadano va de aprender a
vivir en comunidad, aprender a respetar las opiniones de otros aunque sean
adversas y aprender cuando la comodidad propia afecta a los que hacen vida con
nosotros en comunidad.
Venezuela es una nación diversa, producto de
las múltiples condiciones históricas que se han presentado, generando así una
amplia diversidad cultural que se refleja en cada ámbito del día a día del
ciudadano, impulsados por esta diversidad siempre hemos sido tolerantes y respetuosos
ante las diferencias, volviéndose esto parte de nuestra idiosincrasia es tiempo
de retomar esas costumbres y asumir una actitud conciliadora ante los eventos
que se desarrollan en la nación.
Opinar es el derecho de todos, respetar la opinión
de otros es parte de los que nos vuelve buenos ciudadanos así podemos logra una
mejor ciudad y un mejor país. Yo SoyCCS y tú?
Walther Sojo