Pero poseer un medio para reproducir las canciones que me alegran el día y me ayudan a sobrellevar los reveses del acontecer capitalino no es sinónimo, ni me otorga el derecho de hacer que todos a mi alrededor deban compartirlo y escucharlo.
Un claro ejemplo es visible en el metro de caracas, medio de transporte urbano y suburbano por excelencia, donde miles de personas embarcan y desembarcan a diario y es común que debas recorrer 5, 7, 9 estaciones tolerando canciones obscenas, lascivas, con lenguaje escatológico donde se veja a la mujer o simplemente algún genero q no es de tu agrado, mientras observas a tu alrededor personas con el mismo gesto de descontento sin que alguno decida hacer valer su derecho como usuario metro y ciudadano en general.
Te preguntarás entonces ¿La solución? Recordar que tus derechos terminan donde comienzan los míos, que el metro de Caracas tiene su reglamento y que tu reproductor posee unos audífonos para que puedas escuchar lo que desees y esto no moleste a los demás.
Si cada uno de nosotros propaga este mensaje y comienza a practicarlo el cambio para una ciudad como todos queremos se hará sentir... Lo hago porque yo Soy_ccs ¿Y tú?
Monica Mendez