martes, 28 de junio de 2011

Construir ciudad es posible. Caracas tiene mucho para dar.

Santiago de León de Caracas, ciudad de grandes historias con un invaluable nivel cultural, testigo de obras arquitectónicas con visión futurista, capital de un país con más de 29.000.000 de habitantes, motor de empleo para miles de venezolanos, con todo lo necesario para ser una ciudad ejemplar; como yo, ustedes también se preguntarán ¿Qué pasa?

            Aunque la respuesta tiene algunas variantes todas tienen su raíz en la falta de sentido de pertenencia, carencia de amor por lo propio, vandalización de los espacios públicos, entre otras agresiones a nuestro patrimonio.

            Alguna vez escuché decir que “nadie quiere lo que no siente suyo” ¿Será entonces que no sentimos a Caracas nuestra? ¿Que no sentimos pertenencia por el espacio donde convivimos, interactuamos y habitamos? Pese a que éste es un problema que nos concierne a todos y cada uno de los habitantes de la ciudad, la solución existe y es bastante sencilla de implementar…

Un cambio en el pensamiento colectivo produciría un clima propicio para las mejoras que debe recibir nuestra cuidad, éste cambio sólo será posible si nosotros mismos comenzamos a cambiar de mentalidad; el rescate de los valores, la moral y las buenas costumbres crean un clima de respeto y cordialidad donde la comunicación se torna efectiva, dejando a un lado la hostilidad. El cumplimiento de las normas y cánones de convivencia se convierten en un hábito y los deberes y derechos de los ciudadanos se cumplen a cabalidad. ¿Utopía? Si miramos la ciudad sumida en anarquía, con las grandes fallas que presenta hoy sí, sin lugar a dudas lo es, pero no construiremos ciudad en un día, el trabajo debe ser constante y progresivo, lo suficiente para lograr que más personas quieran formar parte de el.

Debemos ser el reflejo de lo que queremos crear, atrévete a construir una mejor ciudad. Únete al cambio, Yo SoyCcs ¿Y tú?



                                                                                                                 Mónica Méndez